Los alemanes quieren convertirse en la mayor empresa de productos fitosanitarios del mundo y por eso, esta semana anunció su interés en adquirir a Monsanto, su competidor en Estados Unidos, lo que supondría la operación empresarial del año.

Según consigna Juan Cruz Peña en El Confidencial, aunque no hay cifras concretas, desde hace días se habla de que la compra sería por unos USD 45.000 M.

Bayer Monsanto final

Sin embargo, expertos y analistas consideran que el parto puede ser largo y duro. Y señalan que por ahora, los inversores le han dado la espalda a la compañía. Hace un mes tocó un máximo en USD 123 por acción que ha ido perdiendo paulatinamente desde entonces. Las caídas más fuertes han coincidido con las noticias sobre su interés por Monsanto.

Descendió casi un 5% tras aparecer la noticia y bajó más del 8% el jueves pasado, cuando la propia compañía confirmó el interés. En total, los títulos de Bayer han cedido un 20% en un mes, hasta cerrar este viernes, en las bolsas europeas, por debajo de USD 100.

Algunos analistas creen que la operación sería «severamente dilutiva para los accionistas de Bayer» por dos razones: Bayer estaría comprando caro y los alemanes no podrían abordar una operación de este importe solo incrementando la deuda, por lo que tendría que hacer una ampliación de capital.

Otros advierten que «el tamaño de la operación refleja riesgo de ejecución operacional y regulatorio».

La otra cuestión, no menor, es que como lo destacó The Wall Street Journal (ver gráfico) toda la producción mundial de semillas y fitosanitarios quedaría en manos de tres compañías. Y también mostró cómo serían sus posibles efectos sobre los precios de sus productos.

Fitos WSJ