La firma del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá conocido como CETA es una incógnita, debido al rechazo de Valonia (Bélgica), una región de 3,5 millones de habitantes. Se necesita la unanimidad de los 28 países para su ratificación.

El bloqueo de la región belga pone en peligro su rúbrica, prevista para mañana en Bruselas, en una cumbre. Aunque no descartan que pudiera firmarse más adelante.

El nuevo tratado afecta a 545 millones de europeos y canadienses.

quesos-espanoles-en-canadaDegustación de quesos españoles en Canadá. (Foto: EFE/Julio César Rivas)

Bélgica no puede dar su visto bueno al tratado sin el consentimiento de sus regiones, que tienen competencia en este tipo de decisiones que han de tomarse a nivel federal.

Según consigna Efeagro, si Valonia mantiene su postura, se retrasará la rúbrica de un acuerdo de libre comercio cerrado desde hace dos años y que la Comisión Europea (CE) ha descrito como “el más ambicioso” de la historia de la UE.

La región belga sigue cuestionando, especialmente, que el CETA contemple un sistema de arbitraje internacional para los conflictos entre inversores y Estados, un mecanismo que ya existe en otro protocolo, el que la UE y Vietnam firmaron en diciembre de 2015. Durante estos últimos días, también ha sacado a relucir cuestiones agrícolas.

En España, organizaciones de la sociedad civil, entre ellas algunas del sector agrícola, han criticado el CETA y han asociado sus protestas contra ese compromiso a las movilizaciones contra el tratado comercial que la UE negocia con EE.UU., conocido como TTIP.

Las organizaciones agrarias COAG y UPA han mostrado con claridad su oposición al pacto con Canadá, argumentando que ignora y pone en riesgo las demandas de la población rural.