España, Italia y Polonia son los tres países en los que los empresarios consideran que sus compañías llevan una transformación digital más avanzada mientras que Reino Unido y Dinamarca, los que menos.
Según informó El Mundo, basándose en una encuesta realizada por el instituto de mercado de YouGov para Teamviewer a 4.500 responsables de la toma de decisiones en sus compañías a principios del invierno de 2021, un 65% de empresarios españoles que lo piensan según su autoevaluación, en el caso de Italia se trata del 64% mientras que el 63% es el número de polacos y alemanes con esa impresión. La media global se sitúa en torno a un 60%.
De los 10 países encuestados (Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Polonia, Suecia, España, Dinamarca y Reino Unido), Reino Unido y Dinamarca son los que menos digitalización han alcanzado según su autoevaluación, ambas con un 46%.
Sin embargo, la autoevaluación y la realidad no siempre son congruentes, señala el doctor Sven Jung, Jefe de Inteligencia Económica del Instituto de Investigación Handelsblatt: Según la escala de porcentajes, la mayoría de las empresas se consideran ya «relativamente avanzadas», aunque esto no se refleje en determinados hitos, como el «cumplimiento de una estrategia».
Cuando se les pregunta por las razones del progreso de la transformación hasta ahora, la mayoría de los responsables de la toma de decisiones en todos los países de la encuesta nombran los factores de tiempo y dinero. Un 40% del tejido empresarial español los sitúa como principales problemas por delante de la inseguridad informática o la incompatibilidad entre sistemas.
A pesar de todas las dificultades y preocupaciones, el valor añadido de la Industria 4.0 es indiscutible en los círculos de toma de decisiones: casi el 82% de las empresas ven un aumento de la eficiencia como un beneficio importante resultante del uso de tecnologías innovadoras en la producción.
Otros beneficios citados por los responsables españoles y europeos de la toma de decisiones son la posible reducción de costes y la mejora de la calidad de los productos o servicios.
A veces, motivados por la constatación de que no pueden introducir la Industria 4.0 en su propia organización por falta de experiencia, presupuesto o capacidad, los responsables de las empresas recurren conscientemente a las colaboraciones.
Según los resultados, las colaboraciones suelen implicar la integración de tecnologías como el internet de las cosas (IoT), la realidad aumentada (AR) y la inteligencia artificial (AI).
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