Los alojamientos de turismo rural registraron el pasado marzo un total de 290.081 viajeros. Son los datos del Instituto Nacional de Estadística que reflejan un repunte de un 75% en los hospedajes.

Turismo rural EspañaBraña de la Pornacal. (Foto: Camilo Alonso. Cedida por Turismo de Asturias)

Según consigna Efeagro, la Encuesta de ocupación en alojamientos turísticos extrahoteleros refleja que la mayoría de los hospedajes, 649.946, correspondieron a viajeros rurales españoles, en un mes en el que se ha celebrado las vacaciones de Semana Santa que son una fecha clave para el sector.

En cuanto a las cifras de extranjeros, 33.922 viajeros foráneos realizaron 132.525 hospedajes, el tercer mes del año, lo que significa un crecimiento del 40%.

En lo que va de año, los hospedajes de turismo rural han crecido casi un 43% y el número de viajeros rurales un 30.5%, según la misma encuesta.

Los 15.306 alojamientos rurales que estaban abiertos el pasado mes recibieron 290.003 viajeros, de los que 256.081 eran residentes en España y los 33.922 restantes, en el extranjero.

La estancia media en los alojamientos de turismo rural fue en marzo de 2,70 días, un 19% más que hace un año.

Ocupación por zonas y perspectivas

Por comunidades autónomas, Castilla y León es el destino preferido, con 145.779 hospedajes, un 71.7%% más que hace un año; las Islas Baleares alcanza un mayor grado de ocupación, con 39% de las plazas ofertadas.

El Índice de precios de alojamientos de turismo rural (IPTR) muestra un aumento del 2.4% en marzo respecto al mismo mes del pasado año, y la tarifa de fin de semana, que supone el 65.2% del peso total, un 2.5%.

Este lunes es festivo en varias comunidades autónomas y, de nuevo, el turismo rural aprovecha estas fechas. Según los datos de Toprural, los alojamientos rurales de alquiler íntegro registran un 48% de ocupación para este puente.

Según el director de comunicación de Toprural, Joseba Cortázar, los resultados indican que el turismo rural “continúa” el ritmo de crecimiento iniciado hace dos años, motivado principalmente por la “mejora del clima de confianza” de los consumidores y de los precios competitivos de las casas rurales.