Luego de la marcha del 1A, el Gobierno comprobó que su fortaleza todavía reside en los principales centros urbanos: además de la ciudad de Buenos Aires, donde la movilización superó todos los pronósticos, hubo importante presencia en Rosario, Córdoba, Salta, Mendoza, Mar del Plata y La Plata.

Según consigna hoy Federico Mayol en Infobae, «ni se sintió, por el contrario, en el Conurbano bonaerense, donde Macri no tuvo su primero de abril y donde volverá a enfocarse desde estos días para tratar de revertir su escasa popularidad de cara a las elecciones legislativas. Allí donde la gestión presidencial, por ahora, hizo estragos».

Y cita a la ministra Carolina Stanley quien, ante un grupo de colaboradores, habría dicho «la situación en el conurbano sigue igual. Va a mejorar en los próximos meses, pero todavía es muy mala».

Como resultado de este diagnóstico, la Casa Rosada tiene planificadas la visita de funcionarios y diputados a distritos como Merlo, Avellaneda, Escobar, Pilar, Lanús, La Plata, Hurlingham y San Fernando. La agenda incluye a los ministros Rogelio Frigerio, Pablo Avelluto, Sergio Bergman, Patricia Bullrich, Andrés Ibarra, Jorge Lemus, Germán Garavano y Jorge Triaca.

Macri y María Eugenia Vidal utilizarán la misma estrategia: fatigar el Gran Buenos Aires, la clave del distrito electoral más importante de cara a las elecciones de medio término.

Hoy, por caso, el Presidente estará al mediodía en Ezeiza pero no para mostrar obras de su gestión: estará junto a Daniel Angelici en la inauguración del predio de Boca Juniors en ese distrito. Un soplo al corazón de Elisa Carrió, principal enemiga interna del dirigente, que aún no definió si será candidata y, de serlo, si lo hará por la provincia de Buenos Aires o por la Ciudad.

El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, está abocado casi con exclusividad a convencerla de la conveniencia de postularse por la ciudad de Buenos Aires, principalmente para que la candidatura no recaiga sobre él.

Mayol escribe que «a las recorridas por el Conurbano bonaerense el Gobierno le agregará el despliegue de la obra pública, calculado en unos 30.000 millones de pesos en planes hidráulicos y de vivienda, como publicó Infobae en los últimos días. Dentro de ese cálculo, Vidal hará su parte. En estos días, de hecho, firmará el decreto para prorrogar por otro año la emergencia en infraestructura, que le permite agilizar licitaciones por vías excepcionales y casi sin control».