Tarrío junto a Buryaile y Robín. (Foto: CAME)

“De no acelerarse la discusión y dados los ciclos productivos, los alivios podrían llegar demasiado tarde al agro”, señaló el presidente de la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), Fabián Tarrío.

Y agregó: «En el sector todavía el poncho no aparece». Lo dijo durante el encuentro ante más de 130 dirigentes en el Plenario Nacional de Economías Regionales de CAME, donde 100 entidades de pequeños y medianos productores de 29 complejos agroindustriales realizado en la sede de la entidad

Del encuentro participó el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, quien reconoció la fuerte presión fiscal que aqueja al sector.

También estuvieron la presidente de la comisión de Economías Regionales de la Cámara de Diputados de la Nación, Myriam Juárez (Frente Cívico y Social – Catamarca) y las legisladoras Adriana Nazario ((Unidos por Una Nueva Argentina – Córdoba) y María Clara Vega (UCR – La Rioja), entre otros.

En el plenario se comentó que de cada $ 100 que los consumidores pagan por sus alimentos agropecuarios, $ 40 corresponden a tributos contenidos en el precio de venta final, de los cuales $ 12 corresponden al IVA, $ 10 a Seguridad Social, $ 8 a Ingresos Brutos, $ 5 al Impuesto a las Ganancias, casi $ 3 al Impuesto al Cheque y $ 2 al Impuesto Municipal.

Con esos números en la mano, los productores agropecuarios de todo el país solicitaron una reforma tributaria integral urgente para mejorar la rentabilidad de los productores.

Durante más de 4 horas debatieron dirigentes de distintos sectores (citrícola, arandanero, orgánico, lechero, olivícola, semillero, forestal, arrocero, tabacalero, ganadero, cañero, vitivinícola, frutícola, hortícola, florícola, apícola, porcino, cebollero, ajero, fruta fina, cereales, oleaginosas, especias, algodonero, viverista, nogalero, avícola, aloe vera y legumbres; entre otros) y los principales puntos tratados fueron:

  • Incrementar la participación del productor en el precio final de los productos agropecuarios. Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora CAME en mayo apenas promedió un 22%. “Dentro de las cadenas de valor hay eslabones que han concentrado poder y lo utilizan para fijar precios e incrementar sus márgenes de ganancia, en detrimento del pequeño y mediano productor”, afirmó Raúl Robín, titular de Economías Regionales de CAME. Además, agregó: “Si queremos ser el supermercado del mundo, debemos trabajar en mejorar la rentabilidad y competitividad del actor más vulnerable de la cadena: el productor”.
  • Realizar una “reforma impositiva integral” que les permita dirigir todos los esfuerzos a sus actividades productivas, en lugar de estar pensando en cómo afrontar la gran presión tributaria que ejercen los tres niveles de gobierno, una de las más altas a nivel mundial.
  • Reglamentar el artículo 11 de la Ley PyME para poder acceder a los beneficios que otorga a las actividades identificadas como pertenecientes a una economía regional.
  • Reducir las cargas patronales para que el empresario pueda mantener y/o generar nuevos puestos de trabajo formales.
  • Realizar un nuevo Censo Nacional Agropecuario en el corto plazo para poder delinear herramientas especiales y eficientes para el sector agropecuario. En el censo 2008/2009 quedaron al menos 24 MHas sin censar. En este sentido, Buryaile se comprometió el año que viene a realizar un censo agropecuario que no se lleva a cabo desde el año 2002.