Durante su visita a Santiago de Chile, el Ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís, mantuvo un encuentro de trabajo con la Directora General de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), Claudia Carbonell, con quien analizó la situación hortícola en ese país.

Allí el sector hortícola genera alrededor de 20 mil empleos directos y el consumo promedio es de 227 gramos por habitante por día.

Leo con Chile(Foto: Agroindustria Buenos Aires)

Sarquís abordó con la funcionaria chilena la cadena de valor hortícola en la que se incluyen mercados mayoristas que comercializan más de 1 MTns/año, y en donde el 60% de las hortalizas se destinan al mercado interno.

En Buenos Aires se produce el 34% de las hortalizas del país y existen 60 mil productores familiares, aunque solamente 6 mil se encuentran registrados. Por ese motivo, la Dirección de Agricultura del Ministerio trabaja junto a las organizaciones de productores en el diseño de mecanismos para la formalización de la actividad; inocuidad alimentaria; régimen laboral; agregado de valor; y ordenamiento territorial.

Asimismo, se trabaja con los productores bonaerenses en la inserción y comercialización de sus productos, tanto a través del Mercado Central como también mediante el lanzamiento de líneas de créditos a medida.

El objetivo es tomar del caso chileno las mejores experiencias como la puesta en marcha de ferias libres, donde se genera el 70% del consumo interno de productos hortícolas frescos.

Otro elemento destacable del trabajo chileno en materia agroindustrial es el rol del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), que apunta a la promoción de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y brinda reglas claras; facilidades; herramientas; acceso al financiamiento; y contención.

Este organismo también fomenta la comercialización en forma directa de productores asociados a los supermercados y da un “sello de manos campesinas” donde distinguen a los productos que hacen pequeños productores con procesos de mejora general.

La participación del Ministerio de Salud de Chile también es clave y a partir de este año los productos alimenticios que se comercializan en ese país deben tener etiqueta que indique porcentaje de sodio, calorías, azúcares y grasas.