Según informó Periodicopublico.com, tomafrán es el nombre que los investigadores han dado a la nueva planta creada a partir de genes de azafrán, la cual presenta una elevada capacidad antioxidante y podría ser empleada para su uso farmacológico, al ser sus frutos «capaces de proteger contra trastornos neurológicos en un modelo Caenorhabditis elegans de la enfermedad de Alzheimer».
Un trabajo de investigación que ha sido publicado en la prestigiosa revista Horticulture Research por el grupo de Biología Molecular y Fisiología Vegetal del Instituto Botánico de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), junto a investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP)-CSIC, en el que se detalla cómo se han creado tomates con genes de azafrán.
Un fruto, explican desde la Universidad regional, que fue elegido ya que al ser «ampliamente cultivado» puede usarse para aumentar la producción y ofrecer potencialmente «una fuente natural estandarizada y controlada de crocinas y picrocrocina para su uso farmacológico».

Crocinas y picrocrocina que son responsables de las propiedades organolépticas y medicinales del azafrán, que incluyen, entre otros, efectos antiinflamatorios, antidepresivos, antienvejecimiento y cicatrización de heridas, señalan.
Pero además estos tomates modificados genéticamente presentan una elevada capacidad antioxidante, capaz de proteger contra los trastornos neurológicos de un modelo de la enfermedad de Alzheimer. Experimentos que abren así las puertas a la realización de futuros estudios «en otros modelos como animales, y su salto a los ensayos en humanos», añaden desde la UCLM en nota de prensa.
Asimismo destacan cómo los apocarotenoides vegetales que tienen un gran impacto en la salud humana, «generando beneficios para la salud al prevenir o controlar enfermedades crónicas o sus síntomas», de ahí que sean explotados por distintos sectores industriales, como el farmacéutico y el agroalimentario.
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