En esta nota de opinión, el consultor Dario Mengucci, asegura que «el triunfo de Trump en los EE.UU. abre el camino a una serie de reflexiones acerca de la democracia y el rol de los partidos politicos en las sociedades modernas».

Y agrega que «la primera y mas evidente es que, todas las sociedades y estados modernos mantienen abiertas sus ‘llagas’ históricas, hállense forjado en una guerra civil, secesión, autonomía, guerra religiosa o lucha por la independencia».

«Aquí rebautizamos esta llaga histórica con el nombre de ‘grieta’, pero no es mas que eso: las secuelas de la llegada del peronismo al poder con sus todos sus males y defectos y escasas virtudes», señaló.

trump-presidente(Foto: Long Island Latino TV)

También opinó que:

En EE.UU. las huellas de la impresionante invasión latina de trabajadores y de productos extranjeros (asiáticos) de las últimas décadas, han quedado indelebles en la sociedad profunda de los EE.UU. Votaron claramente a Trump.

La otra enseñanza se relaciona con el tema de los sondeos de opinión y el rol de los medios de comunicación y partidos políticos en Occidente.

Se habla de métodos de encuesta telefónica arcaicos, de muestreo equivocados, etc.

Lo cierto es que es difícil pensar que todas las encuestadoras de Europa -en el caso del Brexit-, o las de América Latina -en el caso del referendum de Colombia- o las de los EE.UU. cometen los mismos errores.

Mas vale cabría considerar la posibilidad de admitir que el problema afecta a la relación de casi todos los partidos políticos en Occidente con sus electores.

Es claro que los partidos Demócrata y Republicano, por alguna razón siguen -como, por ejemplo, los partidos tradicionales en Argentina, Brasil Francia- eligiendo y proponiendo a la ciudadanía, candidatos “malos”. La opción sigue siendo sistemáticamente el mal menor a votar. Y el mal menor suele ser dejar de escuchar los mismos argumentos que nos trajeron al descontento de hoy en dia.

La tercera enseñanza y casualmente el reverso de la moneda de la anterior, es que se trata de reacciones colectivas al sistema. Sencillo: ¿por qué las encuestadoras ya no aciertan? Porque la sociedad ha comenzado a actuar como la clase política dirigente: mintiendo…

Así es que, si los políticos mienten en sus campañas y promesas electorales, ¿por qué la sociedad va a decirles lo que realmente piensa de ellos? ¿Por qué darles una segunda oportunidad para rectificar los cursos electorales? ¿Por qué ofrecerles la oportunidad de manipularnos?

La verdad es que rara vez los políticos piensan lo que dicen y dicen lo que piensan. Pues las sociedades occidentales se han vuelto descreídas, políticamente hipócritas y reticentes a devolverles la verdad en las encuestas.

Esa es la principal enseñanza que deberían sacar los partidos políticos y clases dirigentes de este proceso. No pueden seguir haciendo política con objetivos meramente electorales y demagógicos. Esto es peligroso, para todos.

¿O acaso olvidamos que Adolph Hitler llegó al poder con el voto popular alemán por sobre los decadentes partidos tradicionales y explotando la “grieta” de la explotación de la banca judía y el peligro del comunismo?.

La grieta siempre está… y los políticos deben encaminar a la sociedad lejos del precipicio. Aquí, en Alemania y en los EE.UU.
Mejor no lo olvidemos… y recordémoselos a los políticos que nos gobiernan hoy y siempre.